Skip to content

Mejorar la calidad de vida de su familia gracias a la piscicultura con iniciativa propia: Peces para la Vida apoya a todas las mujeres emprendedoras. Escucha su historia ¡Que talento!

Ana Aguilera (y esposo Juan Carlos Moreira)

“La calidad de vida de nuestra familia ha mejorado bastante con la producción de pescado y con nuestro restaurante especializado en pescado a la parrilla “Palacio del Tambaquí”. Tenemos estabilidad económica.”

*“Antes mi esposo paraba en el chaco. Yo quería trabajar para ayudarlo, pero mi hijita mayor estaba todavía muy chica y tenía que quedarme a cuidarla. Nosotros hemos intentado en varios rubros. Estuvimos seis años con el cultivo de arroz…para invertir y se veía poca rentabilidad.
Un día de tanto escuchar hablar a mi suegra sobre piscicultura, y para no quedarme sola en casa, me animé a acompañarla a la reunión de su asociación APNI (Asociación de Piscicultores Norte Integrado), y ahí escuche la explicación de los técnicos de CEPAC y lo que hablaban los otros socios. Ahí recién lo vi interesante, me animé y me inscribí a la Asociación.
Los/las piscicultores/as tenían dificultad para vender su pescado…Al principio fue muy difícil, porque no se vendía. Puse un restaurante especializado en pescado a la parrilla -“Palacio del Tambaquí”, y fuimos creciendo. Estuvimos como comercializadores más o menos un año y medio, hasta que al fin pudimos construir cuatro estanques para producir nuestro propio pescado.
Todo lo que vendemos es de nuestra producción y de la producción local de las/los piscicultores de Yapacaní. …somos piscicultores. … no sólo porque genera ingresos económicos, sino también porque nos garantiza el abastecimiento de pescado.
Soy piscicultora desde el año 2011, y fui presidenta de APNI en 2012 y 2013. Gracias a que pertenezco a APNI, recibí capacitaciones de CEPAC. Además fui capacitada en reproducción de peces en CEPTA en el Brasil, gracias al Proyecto Peces para la Vida (PPV I).
La mayor satisfacción es que hemos encontrado una estabilidad económica, con la actividad de crianza y comercialización de pescado. Definitivamente con nuestros ingresos, ha mejorado nuestra calidad de vida. Nuestros hijos van a colegios particulares, podemos comprar cosas que nos gustan, ropa, útiles para el colegio…En general, estamos mejor que antes. Las decisiones las tomamos en pareja, mi esposo y yo, conversamos antes de decidir.”*

Antonia Olpo Cruz

“Fui una de las primeras personas que se dedicó a la piscicultura. Como mujer es un orgullo que te tomen en cuenta y ser el ejemplo para otros productores/as.”

“Yo me considero una mujer emprendedora. Siempre estoy ocupada haciendo algo. Es por eso que siempre me dedico a varios rubros. Llegué a sembrar 400 hectáreas de arroz aquí en Yapacaní y en Beni, pero el precio bajó demasiado ese año y entré en quiebra con el arroz. Así que me tuve que ir a España a trabajar. Me fui por dos años para poder pagar algo del crédito que se debía de los agroquímicos.

Cuando volví de España, no tenía ninguna actividad, y un día escuche en la radio que en PPVII/CEPAC estaban dando cursos de piscicultura. Como yo había visto la crianza de sardinas en jaulas en el mar, yo tenía la idea de criar en jaula en el río. Tenía la intención de cercar una parte del río Choré que pasa por mi parcela ….pero el tema de los agroquímicos que utilizan en esa zona me hizo dudar…. Así que cuando escuché de esos cursos de piscicultura me fui a inscribir.

…fui una de las primeras personas que se dedicó a la piscicultura en este municipio. ..Para mí fue difícil, porque el primer año que sembré vino un frio polar y mató la mitad de mis peces que ya pesaban alrededor de 700 g. No había forma de calentar el agua y tuve que redear todo porque iban a morir mis peces. Luego compré una heladera y la llené con mis pescados y los congelé, quise venderlos pero la gente no conocía mucho esta especie y se burlaban. Como eran peces chicos, me decían: “que va a ser pacú esto, debe ser piraña”… y no podía vender. Finalmente, para el aniversario de Bolivia, llevé mis pescados a la plaza y los cocine a la parrilla… ¡así vendí pescado!

Siempre que había cursos en PPVII/CEPAC u otros lugares, yo asistía. … Asistí a cursos de piscicultura de tilapia y procesamiento de pescado. Nos enseñaron a hacer albóndigas, nuggets, hamburguesas, etc. Actualmente me estoy capacitando como Auxiliar Técnico en piscicultura con el Proyecto Peces para la Vida. Participé en visitas de intercambio de experiencias en San Ignacio de Moxos, y participé de la creación de la nueva Ley de pesca y acuicultura cuando se hizo aquí en Santa Cruz.

Mis ingresos han mejorado desde que yo cultivo peces en más de 12.000m2, porque de hecho he podido tener un capital de los peces para poder retomar esta actividad del agro, del cultivo de arroz. Los gastos del colegio de mis hijos, de la guardería de mi hijita menor, los gastos de la comida diaria, todo eso se paga con las ganancias de los peces. Prácticamente lo que gano con arroz sólo me sirve para pagar mi crédito de maquinaria. El resto de mis gastos los sostengo con peces.”